VOL I


El proyecto de VOL I nació gracias a Iván Carmona López, y después, fue cogiendo forma y evolucionando en lo que es hoy IKAÑI. Iván es mi primo, y el fundador de Suakai. Me llamó un día, al ver que había publicado una canción con mis amigos en la que cada uno tocaba un instrumento, y me ofreció la posibilidad de grabar un disco profesionalmente con los músicos de su entorno.

Le dije que sí, y en unos meses estaba en el estudio de Josu Erviti Erviti Studio. Presentándole una maqueta que había grabado con Rafa Carter, de la crew los Satoshi. Josu re-produjo las bases, organizó la producción musical y, en dos semanas intensivas, de catársis personal y letras casi improvisadas, salió un mini disco de seis tracks.


6 tracks con los que no sabía qué hacer. Una cosa es tener seis canciones grabadas y otra es tener una idea, un proyecto, un concepto, y un plan. Así que volví a mi zona de confort, que es el campo de béisbol. Y publiqué Suim y Sabor, otra canción que ya había grabado antes con David Parada, dueño de La Kandela, al que conocí en un taller de percusión y David de la Fuente, de Robin Groove. La canción iba a ser un encargo para la Real Federación Española de Béisbol y Sófbol, pero terminó siendo una crítica a la misma, y una prueba de fuego personal, para medir mis posibilidades reales en la música.

Ya me había decidido a publicar el disco, pero me preocupaba mucho no ser coherente con mis canciones. Sentía que debía reforzar mi mensaje y estaba sumido en una crisis de identidad.  Así que, publiqué "Me verán marcharme", canción con la que me despedí de mi anterior Aka, cogí mis ahorros y me fui a México, a reencontrarme con mis amigos de la UAEH y conmigo mismo, y a grabar la mayoría de las tomas de los futuros videoclips. 

Allí tuve la suerte de conocer a Tony Villanueva, alias Marco, productor de el El Papito Films, y de hacerme amigo de él. Agarramos una cámara y nos recorrimos el centro de México contactando a amigos y grabando vídeos, que se convirtieron casi en un vlog a tiempo real. Donde se reflejaba lo que realmente estaba viviendo en ese momento. Producimos todo sin apenas presupuesto, pero con mucho esmero y motivación, y fue una de las mejores experiencias que he vivido nunca.

De vuelta a casa me volví a sentir en El Hoyo. Ya tenía siete vídeos (grabé otra canción entre medio con DJ Zunet, que generó la portada del disco). Pero ahora había que sacarlos al mundo, manejar un concepto y pegarse en la industria. Y además, sentía que el disco quedaba incompleto, el propio proceso de crear este proyecto me ha cambiado. Y quería que eso se reflejase en el álbum. Editando los videoclips tenía la sensación de que estaba solo presentando una parte de mí, la más presentable. . Con mucha honestidad, pero ocultando otras, así que completé el disco con más temas. En un principio quería hacer una Cara B diferenciada del resto del disco, pero he terminado integrando estas canciones en todo el álbum. Los vídeos que lo completan dan continuidad al resto de completos, y termina quedando un álbum, artesanal pero competitivo, donde no hay puntada sin hilo.


¿Y ahora qué?

Ahora toca dar a conocer todo el trabajo, que sirve como punto de partida de, lo que presiento será una aventura larga y entretenida en el mundo de la música. Ayúdame a hacerlo posible apoyando cualquiera de mis productos.